Galleta de vainilla estilo New York: densa, suave al centro y con trozos grandes de chocolate semiamargo. Coronada con un conejito Turin que aporta ese toque nostálgico e irresistible que derrite corazones y paladares.

Galleta estilo New York con base de red velvet suave y esponjosa, rellena de una mezcla sedosa de queso crema y mermelada artesanal de fresa. Cada mordida combina la acidez justa, el dulzor natural de la fruta y la riqueza del cacao. Terminada con trozos de chocolate blanco que derriten todo en una experiencia elegante, indulgente y absolutamente irresistible.

Galleta estilo New York hecha con masa de pistache real: suave, densa y aromática, con ese tono verde natural que la vuelve irresistible. En el centro guarda un corazón cremoso de fresa, preparado con mermelada artesanal que aporta dulzor, frescura y una jugosidad perfecta. Un contraste elegante entre lo nutty del pistache y la suavidad afrutada de la fresa.

Galleta estilo New York hecha con una mezcla profunda y equilibrada de cacao, chocolate amargo y trozos de chocolate blanco, logrando una textura densa, suave y perfectamente chocolatosa. En el centro esconde un corazón cremoso de Kinder Bueno, que aporta ese toque avellanado irresistible y se derrite al morderla. Una galleta intensa, artesanal y pensada para quienes aman el chocolate en todas sus versiones.

Galleta estilo New York elaborada de forma completamente artesanal, inspirada en las masalas tradicionales de la India. Su masa es suave, fragante y rica en especias auténticas: almendra fileteada, coco rallado en polvo, canela, cardamomo, jengibre, nuez moscada, y un toque sutil de pimienta.
Para equilibrar su calidez especiada, incorpora trozos cremosos de chocolate blanco, que aportan dulzor suave y una textura irresistible.
Una galleta profunda, aromática y llena de alma: como un abrazo calientito servido en forma de cookie.

Edición limitada
Galleta estilo New York elaborada con una masa suave de matcha japonés, vibrante y aromática, con ese tono verde hechizo que la hace única. En su interior esconde un corazón cremoso de Kit Kat, que aporta crunch, dulzor y esa textura irresistible que se derrite al morderla.
En la parte superior lleva trozos de Kit Kat que coronan la galleta con un toque extra de magia crujiente.
Es atrevida, verde, deliciosa y absolutamente icónica—la galleta perfecta para los amantes del matcha y el crunch.